En 2014, la ONU Mujeres y el colectivo Voz de las Mujeres Indígenas, en una cooperación inédita con la Embajada de Noruega, crearon una metodología de consulta innovadora para identificar las demandas y necesidades de las mujeres indígenas en Brasil. El proyecto resultó en la elaboración de la Pauta Nacional de las Mujeres Indígenas y, respondiendo a las reivindicaciones de las mujeres indígenas, contribuyó para fortalecer su participación política, su capacidad de abogar por políticas y su conocimiento sobre las normas globales de derechos humanos. La iniciativa llegó a 104 pueblos indígenas en todo Brasil. Como resultado, la organización institucional de las mujeres indígenas también se vio fortalecida: 23 líderes indígenas se reunieron en una red nacional de diálogo y articulación que resultó en una fuerte conexión entre esas mujeres y sus organizaciones locales y en la construcción conjunta de una agenda de trabajo. Aparte de ese proceso de organización política, las mujeres indígenas protagonizaron la I Marcha de las Mujeres Indígenas (2019), en Brasilia, momento en el cual más de 2500 activistas de 130 pueblos exigieron participación en la toma de decisiones que afectan sus vidas, en una movilización sin precedentes en la historia de Brasil.